Maiana Agorrody: el dibujo como arma secreta
Maiana Agorrody: el dibujo como arma secreta
Dentro del panorama del arte vasco actual pocas veces tenemos la oportunidad de toparnos con trabajos tan frescos y con una iconografía tan actual. Perfectamente realizados, estéticamente muy interesantes y a la vez repletos de explícito contenido. Un trabajo de riesgo que se convierte en un auténtico grito en la galería.
La artista de iparralde Maiana Agorrody expone sus dibujos en la Galería Garabat (C/ 2 de Mayo, 19. Bilbao) hasta final de mes. Agorrody lleva viviendo en Bilbao desde 2006. Además de artista es también directora de la empresa de producción MY JOK WORLD S.L, productora y guionista del programa BURP! de ETB3 y diseñadora de su propia marca de camisetas MY JOK. Maiana, que también trabaja con el sobrenombre de Lady MY, en 2007 fue artista residente en BilbaoArte y en el verano de ése año, con una ayuda de Le Salon du Prêt á Porter de París y con motivo de las elecciones presidenciales francesas desarrolló el proyecto Vote Panda. Vote Panda era una reflexión cargada de ironía sobre las estrategias de comunicación de los políticos en formato de cárteles dibujados con tinta india negra, pintura acrílica de colores y papel de aluminio.
En aquella ocasión eligió un personaje, un oso panda que representaba un candidato a las elecciones presidenciales. En sus dibujos nos hablaba de corrupción política. Aquel proyecto se presentó en diversas galerías y espacios como Iguapop Gallery de Barcelona, Pantha Rhei de Madrid, en el Museo Guggenheim de Bilbao y en Le Salon du Prêt á Porter de París.
En su nueva exposición ésta provocadora amante del cómic underground sigue utilizando el humor y la ironía para lanzar su mensaje al espectador.
El grueso de la exposición lo conforman dibujos a tinta negra, realizados con pincel, y donde a modo de pan de oro incluye muchas veces trozos de papel de aluminio. En ésta exposición también ha incluido algún trabajo de otra serie y presenta también un dibujo realizado en la propia pared de la galería. Prácticamente todos los dibujos incluyen textos que hacen referencia a lo representado.
El tema elegido son las relaciones entre hombres y mujeres como una relación de poderes. Agorrody ha destapado un lado más duro. Referencias explicitas al sexo y a las relaciones de pareja y a las relaciones entre hombre y mujeres donde ella es protagonista y heroína y su oso panda y otros personajes como Mister T o Patxi Lopez comparten protagonismo. Siempre con un toque de humor, mucha ironía, pero no dejando por ello de insistir en lo que quiere decir. Si hasta ahora siempre había resultado amable aunque provocadora, ahora ha dejado la amabilidad de lado y opta por incomodar al espectador, algo a lo que los amantes del arte aun no acaban de acostumbrarse. Se autorretrata desnuda, haciendo con malicia una felación a su querido oso panda o como objeto de deseo del político o del personaje televisivo. En cuanto al estilo tampoco nos puede dejar indiferentes. Su línea en ésta exposición es muy cercana a los dibujos monocromos de Raymond Pettibon, a quienes los aficionados a la música reconocen por las portadas de los discos de Black Flag y Minutemen o especialmente por la carátula de Goo (1990) de Sonic Youth. Los aficionados a las artes visuales por exposiciones como la retrospectiva que el MACBA le dedicó en 2002.
Lady My produce un programa gamberro pero amable para la televisión pública y hasta ahora había diseñado camisetas con un oso panda como protagonista que se venden en boutiques modernas y centros de arte. Un trabajo con gracia y más socarronería de la habitual en nuestra sociedad pero obra amable al fin y al cabo.
En ésta ocasión Maiana a arriesgado lo suficiente para poder permanecer en el underground para siempre o para despuntar como una nueva artista controvertida. El underground lo tenemos cerca y no parece que quienes manejan los hilos estén dispuestos a que salga de ahí aunque quiera. Aun hoy es el día que cuando el Plan Vasco de la Cultura analiza las galerías de arte bilbaínas no incluye en él las más cercanas al street art o al arte de la calle, como las tres con las que actualmente cuenta Bilbao –tres magníficas galerías con exposiciones de gran calidad en el barrio de San Francisco-. ¿Acaso no es arte contemporáneo lo que presentan?
Las cosas avanzan pero no igual de rápido en todas partes. En 1992 la exposición “Helter skelter” en el MOCA de Los Angeles llevó el arte que venía del underground y que tenía la provocación, el sexo y la política como bandera a la institución Museo. Así obtuvo su entrada en ésta institución el norteamericano Raymond Pettibon dibujante creador de portadas y carteles para los grupos del sello de punk de vanguardia californiano SST.
En 1992 nace en New York la Alleged Gallery, cuna del street art y que su promotor a hecho aun más famosa a través del film y exposición “Beatiful Losers” que ha girado por los principales centros de arte del mundo entero. A su historia se asocian artistas como Terry Richardson, Larry Clark o Shepard Fairey, más conocido como Obey y creador de la famosa camiseta utilizada en la campaña de Obama. Será la consolidación de éste arte con clara influencia del cómic y enraizado en el do it yourselve. Tal vez Warhol y algunos de su círculo como Keith Haring o Jean-Michel Basquiat abrieron años atrás cierta brecha, pero no es hasta los años noventa en Estados Unidos cuando empieza la verdadera aceptación de éstas obras como verdadero arte.
Aun hoy Pettibon no pude quitarse el sambenito de artista punk aunque nunca se ha considerado a si mismo como tal. Algún artista ha declarado que el street art es un souvenir para los museos. ¿Falta de estima o realidad? Espero que lo primero.
Txema Agiriano
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