Señoras y Señores,
Esta introducción comienza con una proposición controvertida. En la era del pillaje generalizado, frente al nuevo socialismo utópico -siempre en inglés por cierto- del open source, el copyleft, y el creative commons, es preciso oponerse al apropiacionismo.
La (re)ingeniería financiera de los fondos de inversión y el siempre bien pagado corta-pega de los informes de las firmas de auditoria. Los trasplantes de órganos y los alardes de las nuevas estrellas de la cirugía reconstructiva. Los fichajes expansionistas del Athletic y las rotaciones de plantilla en la copa y en la liga… ¿En qué sºe diferencian todos estos reciclajes de las (re)creaciones generalmente mucho más modestas que nos proponen los artistas?
Para conocer su respuesta a este importante desafío el MEM ha llamado una vez más a quién se lo merecía. Dada la ocasión propicia hemos invitado al Collectif Négatif, un refrescante e ingenioso grupo de artistas, que nos muestran en su entrevista el camino de ida a una forma de entender el cine, del que ellos por cierto, con su propuesta de la película irrecuperable como destino último de la creación fílmica, ya parecen estar de vuelta.
Antonio Weinrichter, con su caudaloso conocimiento, y no sin ironía, nos pone al día sobre el metraje encontrado y sus diversas transfiguraciones en la música, el cine y en la vida, en una revisión histórica que también tiene algo de desconcertante prospectiva. Enrique Piñuel, en una contribución de urgencia hace un rápido repaso del cine reciclado a la española, en el que a decir verdad, olvida mencionar el NODO, esa gran experiencia (de)formativa. Más poética, la reflexión de Maite Alberdi nos sitúa ante una nueva antropología del archivo como dispositivo que articula la sucesión entre generaciones. El cine sería el transmisor enigmático de unas imágenes y unos sonidos portadores de un mundo que invariablemente queda olvidado sólo para ser descubierto, tiempo después, descolorido, aunque rebosante de sentido. Por su parte, Concepción Elorza, nos señala a propósito de una obra deBego Vicario, la razón última del atractivo fatal de esta forma de entender la creación artística: la recuperación del aura. Esa sería, añadimos nosotros, la verdadera apropiación que opera.
Para terminar, y no sin antes agradecer su importante apoyo a nuestros hermanos y hermanas de Amarika, el MEM propone como suele otra consideración intempestiva. Hay que pensar un arte nuevo que no surja de lo que cada artista se encuentra sino que se encuentra en lo que a cada artista le surja. Un arte rutilante e insolente, que no aspire a encontrar en lo que halla una originalidad improbable sino que al situarse frente a lo que le precede la crea. ¡Un arte, en suma, que no se confunda con la pre-tecnología que nos enseñaban en la escuela !
Noé Cornago
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